La comida que nos está matando
Las estanterías de los supermercados actuales ofrecen productos para todos los gustos y presupuestos. Tal diversidad no ha existido nunca en la historia de la humanidad.
Pero entre todo este esplendor se encuentran los que envenenan nuestro organismo, provocando diversas enfermedades: diabetes, obesidad, trastornos digestivos, dermatitis, alergias, fatiga crónica, cardiopatías, etc.
¿Qué son estos productos?
1. Dulces – caramelos, chocolate, galletas, bollería, pasteles, pastas, helados, mermeladas, confituras, chicles y otros productos que contengan azúcar blanco o moreno.
Todo el mundo sabe que el azúcar es un grave perjudicial para nuestra salud. Altera el metabolismo, provoca aumento de peso, resistencia a la insulina y riesgo de diabetes, debilita el sistema inmunitario y nos hace enfermar más a menudo, y el azúcar también altera la microflora intestinal y es adictivo.
2. Comida rápida: cualquier tipo de hamburguesas, sándwiches, perritos calientes, shawarma, patatas fritas, nuggets, pizza y cualquier comida «callejera».
Estos productos:
- contribuyen al aumento de peso
- son ricos en calorías y grasas trans, que sobrecargan el hígado y el páncreas
- aumentar los niveles de colesterol en sangre
- provocar inflamación en los intestinos
- La falta de fibra en estos alimentos hace que se estanquen en los intestinos y provoquen fermentación, lo que provoca hinchazón abdominal, flatulencias e irregularidades en las heces.
3. la comida instantánea y los embutidos son nuestros alimentos básicos para el desayuno: puré de patatas y fideos remojados en agua hirviendo, paquetes de caldo, salchichas, salchichas, salchichas.
Contienen más sustancias químicas que ingredientes naturales. Estos productos son especialmente ricos en sodio (sal), que puede afectar a la acidez del estómago, aumentar la tensión arterial, provocar hinchazón, debilidad e incluso insomnio.
4. Refrescos azucarados y zumos envasados (no es necesario presentarlos)
El exceso de azúcares de estas bebidas altera la microflora bucal, lo que puede provocar daños en el esmalte y caries, por no hablar del aumento de peso y los riesgos de obesidad.
Y muchas bebidas azucaradas también contienen sales de ácido fosfórico. Con el consumo frecuente de bebidas gaseosas azucaradas, el exceso de fósforo en la dieta afecta negativamente a la absorción de otro mineral importante, el calcio, responsable de la densidad ósea, lo que puede provocar una mayor fragilidad de los huesos y un mayor riesgo de lesiones.
5. Aperitivos: patatas fritas, patatas fritas, palomitas.
Que conste que las patatas fritas no son patatas, sino una especie de sustancia hecha de harina de patata, sal y aromas que se ha frito en aceite técnico. Estos aceites elevan los niveles de colesterol en sangre y aumentan el riesgo de aterosclerosis, infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y cáncer.
6. Salsas y aliños para ensaladas: mayonesa, ketchup, mostaza, salsas preparadas.
Además, combinan una enorme cantidad de colorantes, conservantes, espesantes, azúcares y almidones artificiales, que repercuten negativamente en nuestra salud.
El nitrito de sodio de todas las salsas retiene el agua, lo que puede provocar hinchazón. Y el abuso de aderezos picantes puede acabar dañando las mucosas del estómago y los intestinos, provocando gastritis y úlceras.
Por lo tanto, al elegir estos productos, está causando un daño irreparable a su salud.
Por muy arriba que estén en tu lista de preferencias los perritos calientes, los bollos y las salsas, ahora ya conoces las consecuencias de comerlos.
Tú eliges.